Oíamos los gritos de los hinchas españoles que, por turnos, vitoreaban o arengaban a su equipo, los eslóganes antifranquistas que mis compañeros de las Juventudes Comunistas de España (JCE) y del Club coreaban regularmente, ¡lo que me hacía palidecer de envidia! El ambiente se encendía por momentos, se notaba que la temperatura subía en el estadio a media que transcurría el partido.
 
A menudo se escuchaba: “¡México!, ¡México!” o “ESPAÑA, LIBERTAD, LIBERTAD PARA ESPAÑA…” Los belgas, al igual que los españoles, sólo tenían ojos y gritos para sus respectivos equipos. Una pequeña vuelta por las hemerotecas de la época nos recuerda que del lado belga, el equipo estaba formado por 11 jugadores del Anderlecht y uno sólo del Standard de Lieja (el cual, y de manera anecdótica, fue fichado por el Anderlecht el año siguiente). Del lado español eran jugadores del Real Madrid y del Barça en su gran mayoría. El partido fue un verdadero vía crucis para los españoles que no marcaron más que un gol (Manuel Asensi en el minuto 77 y que además debutaba como internacional). En cuanto a los belgas, los dos goles marcados por Johan De Vrint les catapultaron a la victoria y a la posibilidad de viajar a México. El partido no tuvo nada de reposado y afluyeron los incidentes: agresiones, expulsiones e incluso la intervención policial en el césped.
 
La “Roja” de 1969 volvió a España decepcionada por la derrota. En cuanto a nosotros, cumplimos nuestro objetivo y nuestra misión: que los medios de comunicación hablaran de un grupo de españoles antifranquistas que habían asistido al partido.
 
En cuanto a los periódicos españoles, por el contrario, aprovecharon para hacer una apología de toda la emigración que había venido a animar al equipo español, pero sin mencionar, evidentemente, la oposición al régimen.
 
Sin duda, os preguntaréis quién ganó el Mundial de 1970: ¡Brasil! El 21 de junio de 1970, en México y a ritmo de samba, el histórico Pelé y sus cuatro goles masacraron al equipo italiano que sólo marcó uno. “O Rei Pelé” jugó el que sería su último Mundial.
 
En 1969 yo tenía 15 años y había un montón de sucesos en el mundo que despertaban mi curiosidad y la de mis camaradas del club FGL: el festival de Woodstock, la separación de Los Beatles, la guerra del Vietnam y las grandes manifestaciones, el primer vuelo del Concord, el hombre caminando sobre la luna, Led Zeppeling sacaba su primer álbum, el general De Gaulle presentaba su dimisión, Eddy Merckx ganaba el Tour de Francia, Elvis cantaba “In the Ghetto” y Georges Moustacki “Le métèque”, etc., etc. En España Franco designaba a Juan Carlos de Borbón como su sucesor y Manuel Fraga Iribarne imponía el estado de excepción durante tres meses en todo el territorio español. La lucha de los camaradas españoles nos daba alas…el partido sería largo pero estábamos convencidos de nuestra victoria. “El equipo” de nuestros padres tuvo que esperar 40 años para celebrar la vuelta de la democracia al igual que la selección española y su famosa copa del mundo.
 
Georgina Muñoz Gil
Julio de 2010
“Pan y circo”, se decía ya en época de los romanos…Debemos rendirnos ante la evidencia de que el fútbol es un fenómeno global y planetario. Este mundial de 2010 de nuevo ha sido el chasquido para que vuelva al campo de juego un recuerdo relacionado con el club de Federico García Lorca (FGL) y el Partido Comunista de España (PCE).
Estamos en 1969. Los equipos de fútbol del mundo entero se disputan el privilegio de participar en el Mundial de México de 1970.
El 23 de febrero de 1969 dos equipos se enfrentan para pasar a cuartos de final: Bélgica y España.
 
El partido transcurrió en el estadio de Sclessin y los emigrantes, contrarios al régimen franquista, no iban a dejar escapar la oportunidad mediática de manifestar su animosidad contra la dictadura franquista.
 
Siguiendo las consignas del PCE, mi padre compró 3 entradas y cientos de compatriotas hicieron lo mismo, ya que, no se podía dejar escapar la oportunidad de decir al mundo entero que el régimen encarcelaba y torturaba españoles. Muchos y muchas de entre nosotros estaban bastante más motivados por el valor político de nuestra presencia que por el propio partido. En lo que a mí respecta, y dado que mis compañeros de juego eran los hermanos Lemos, era evidente que estaba familiarizada con este deporte desde hacía tiempo y que la oportunidad de ver un partido internacional, al mismo tiempo que se podía gritar contra Franco, era una fusión perfecta. Nuestras dos familias siempre se reunían delante de la pequeña pantalla cuando había partidos internacionales en los que jugaba España y era el momento perfecto para cenar todos juntos sin grandes ceremoniales.
 
Cuando llegamos a Sclessin, donde se esperaban más de 35.000 espectadores, a mi padre le entraron las dudas sobre la seguridad en el interior del estadio y, a pesar de los argumentos, las promesas y las súplicas, no conseguí hacerle cambiar de opinión: nos quedaríamos fuera. Revendimos las tres entradas a unos españoles que venían desde Francia y nosotros nos fuimos a tomar algo a una cafetería cerca del estadio con otras familias que tampoco quisieron entrar en el campo. Mi madre recuerda que estuvimos en la misma mesa que María de Rodado y que ellas aprovecharon para contar la recaudación de la tómbola que habíamos organizado en el autobús.
El partido Bélgica-España en Sclessin-1969
Ll país acaba de pasar varias semanas de euforia. El fútbol mantiene su papel de catalizador de pasiones más allá de todas las simpatías políticas, culturales o geográficas. Personalmente, me parece que el entusiasmo por un trozo de cuero esférico llega a límites incomprensibles. Tengo a bien preguntarme por qué este deporte llega a concentrar a centenas de miles de hinchas y, sin embargo, las causas sociales son tristemente ignoradas por la población.
VidalaGeorgina Muñoz Gil, en 1970, delante del Club García Lorca de la calle Saint Léonard.
Descubra nuestras crónicas 
Pierre DemoulinNos vamos a TilffEllos también estaban allí1966 la mina de carbón del Hasard de Cheratte mata a un minero españolLe partido Bélgica España en Sclessin 1969Marcos AnaREPRESION en Asturias en los años 60Viva la RepublicaLas maletas de nuestras madresLa aristócrataliberemos InguanzoLa inauguración del club F.G. Lorca de HerstalUn viaje al corazón del tiempo, la velada del 20 de noviembre de 2010La velada de Generación Lorca Lieja del 15 de noviembre 2013El hombre que vio dos veces la aurora boréalEl 1° Festival de la juventudLas Peras cocidas de LiejaLa CamisaLa Tortuga MichaelaLes casadielles de ValentinaAngel RozasSouvenir Julian GrimauEl Juke-BoxAna Ponce, un camino de regresoEl cuadro de Federico Garcia LorcaAnnie, la hija del minero en huelgaLos primeros de mayo en Lieja
Usted está aquí: 
DESCUBRA NUESTRAS CRÓNICAS
   Copyright © generaciónlorca 2010
Cuando las utopías se realizan a base de SOLIDARIDAD y cuando LA AMISTAD reemplaza a la familia cuando está lejos. Colectivo Generacion Lorca.
Bienvenido a nuestro espacio web
inicio 
Lieja, tierra de acogida
Reportages/ 
Cajón de sastre 
El "Muro de las libertades" 
¿Quiénes somos? 
Reciba la actualización. 
El Club.F.G.Lorca de Lieja 
Biblioteca de poetas 
Historia del fútbol C.F.G.Lorca 
Los álbumes de fotos. 
Crónicas 
Memorias de inmigrados 
 
generacionlorca@hotmail.com                                                           Gestión de la página, maquetación y diseño: Manuel Rodríguez Vela  -  Traducción en español: Ana Ponce Nieto                                  Copyright © generaciónlorca 2010
 
Las fotos que se encuentran en nuestros álbumes no tienen mayor propósito que el de ilustrar recuerdos y momentos pasados juntos. Si no deseas ser reconocido en una de las fotos publicadas, por favor háznoslo saber.